Los paisajes de Horta quedaron para siempre en la retina de Picasso
Picasso viajó por primera vez a la pequeña localidad de la comarca de Terra Alta, cuando aún era un adolescente, entre 1898 y 1899, junto a su amigo y artista local Manuel Pallarés, al que conoció estudiando pintura en Barcelona.
Unos años más tarde, entre mayo y junio de 1909, volvió a recalar en el pueblo junto a la mujer que quería, Fernande Olivier, en plena aventura personal cubista y con una cámara de fotos que causó sensación entre los oriundos, poco acostumbrados a las nuevas tecnologías de la época.
"Todo lo que sé, lo he aprendido en Horta", dejó dicho el pintor malagueño, y se puede constatar haciendo un mínimo seguimiento de sus pinturas. El crítico y estudioso de su obra Josep Palau i Fabre mantuvo que varias de sus obras, de los años 1902 y 1903, son evocaciones de su primera estancia, optimistas, "en medio de su universo más bien calamitoso de su época azul".
En la primavera de 1909, según Palau, cuando Picasso ya ha decidido volver para celebrar los diez años de su primera llegada a Horta, "anticipa imaginativamente su viaje y revive algunos de sus recuerdos, en unas cuantas composiciones que hacen referencia sobre todo, a la fiesta de San Antonio, mitificándola".
Centenario de la segunda estancia del pintor
La tragedia del incendio, que el martes provocó la muerte de cuatro bomberos y heridas muy graves a otros dos, ha vuelto a poner de actualidad a esta población tarraconense que, con motivo del centenario de la segunda estancia del pintor, exhibe una veintena de sus fotografías en la sala de exposiciones del convento de San Salvador. Allí se muestran algunas de las imágenes fotográficas más antiguas que se conservan de Horta, salidas del ojo del universal artista.
Carola Ruiz, del Centro Picasso d'Orta, ha explicado a EFE que sólo una de las instantáneas refleja parte del paisaje ahora calcinado, porque la mayoría de los negativos hacen referencia a la montaña de Santa Bárbara, no afectada por el fuego, a edificios y, sobre todo, a personajes del pueblo de principios de siglo.
Para Ruiz, "son fotos preciosas, de las que después el artista extraía sus pinturas, como la que hace referencia al molino del aceite de Horta".
Huella en Picasso
Las imágenes, que proceden del museo Picasso de París, van acompañadas de informaciones inéditas, entre ellas, algunas cartas desde Horta escritas por Fernande Olivier.
Grupos de ingleses, belgas, franceses, alemanes, así como de toda España visitan la localidad, especialmente durante los meses de verano, para conocer de cerca la huella que dejó esta población en el pintor, ha indicado Carola Ruiz, quien ha destacado que en septiembre está previsto que se inaugure una nueva exposición de originales del pintor, de sus amistades catalanas, muchas de ellas en manos de coleccionistas particulares.