Karadzic explica cómo se gestó la "amenaza" musulmana en el segundo día del juicio

En su opinión, dicho extremismo fue el desencadenante del conflicto posterior (1992-1995), por el que está acusado de genocidio y crímenes contra la humanidad.

Karadzic ha relatado cómo se gestó "la amenaza" musulmana en 1991, en vísperas de su propia ascensión como presidente de la República Srpska por el Partido Serbio Democrático (SDS).

Según el acusado, los serbios hicieron "todas las concesiones posibles" para convivir con los musulmanes bosnios y croatas, incluidos acuerdos, pero en la asamblea del 24 de octubre de 1991 vieron claro cuáles eran sus "amenazas y enemigos".

Según Karadzic, el entonces presidente Alija Izetbegovic formó un consejo secreto de defensa de los musulmanes durante la primera campaña por la independencia de Bosnia Herzegovina en enero de 1991.

Para su defensa, el acusado ha aportado un listado de acciones ilegítimas que habría llevado a cabo el SDA musulmán, como formar una liga armada de la patria, entorpecer la ascensión de miembros del partido serbio SDS en la policía especial bosnia MUP y reemplazar al personal serbio ya existente.

El acusado ha hablado de "abuso policial", por el que se habrían llevado a cabo escuchas exclusivamente a personalidades serbias y que, según ha anunciado, se reproducirán en la sala para su defensa.

Con pruebas

Karadzic ha aportado una conversación que mantuvo en junio de 1991 con un miembro del gobierno, Vitomir Zepnmic, serbio pero no alineado en el SDS, en la que le advertía de que los musulmanes bosnios de la SDA estaban "preparando la guerra".

En la misma conversación, Karadzic le advierte a Zepnmic de que "Izetbegovic quiere construir un Estado islámico europeo y utilizar a los serbios de rehenes".

El ex líder serbobobosnio también ha narrado otros hechos que habrían cultivado el rechazo de los serbios a los musulmanes bosnios como el asesinato de un joven en una boda serbia ("criminal" que, según el acusado, "no fue arrestado hasta mucho tiempo después") o la construcción de una iglesia serbia bajo el nivel del suelo.

Karadzic, que se enfrenta a los cargos de genocidio y crímenes contra la humanidad, compareció ayer ante el TPIY después de provocar varios retrasos en el inicio del juicio, y comenzó su alegato con las afirmaciones de que no es "un monstruo" y que su causa era "justa y sagrada".

El acusado achacó a la propia guerra la muerte de 100.000 personas, se acogió a la "legítima defensa" del pueblo serbio y el derecho a defender su territorio y explicó que "intentó poner orden al caos, pero el caos no es imposible de controlar".

El ex líder serbobosnio aportó una conversación de la ex fiscal del TPIY Carla del Ponte en la que ésta reconoce que "parece" que sí existió la promesa de inmunidad por parte de Estados Unidos para el acusado hoy en el banquillo.