El Opus Dei critica la última novela del escritor Eric Frattini

"Lo que resulta verdaderamente atrevido es mostrar a la Iglesia Católica como una gran farsa dominada por unos hombres crueles sedientos de poder y llenos de vanidad. Son millones los católicos a los que se ofende en lo más profundo de sus creencias y de su propia vida. Presentar sacerdotes asesinos que rezan antes de matar o a un secretario de Estado asesinando Papas, además de ser algo disparatado no resulta creíble", afirma José Carlos Martín de la Hoz, director de la Oficina para las Causas de los Santos del Opus Dei en España.

Lo cierto es que El Laberinto de Agua sumerge al lector en un mundo convulso de misterios, intrigas y acción. Sus páginas, llenas de leyenda, surcan las siempre procelosas aguas del paleocristianismo y los secretos vaticanos. Narran una historia truculenta, ambientada en Venecia, que adentra al lector en un laberinto de asesinatos, sectas, pistas, claves secretas y espionajes al más alto nivel, muchos de ellos reales. Afdera Brooks, la protagonista, hereda de su abuela un antiguo y valioso manuscrito que esconde el evangelio de Judas Iscariote y hace temblar los pilares que sustentan el origen del Cristianismo y el poder de la Iglesia.

Para el Opus Dei, Frattini entra "en una dinámica de verdadera desfachatez, sin más recato, ni el más mínimo pudor o respeto por los demás. Una cosa -afirma Martín de la Hoz- es crear una novela de ficción y otra manipular, insultar y calumniar".