El automóvil, principal responsable de la contaminación urbana

  • Las restricciones al tráfico rodado permiten a París reducir en un 24% los niveles de CO2
  • La UE plantea un modelo de desarrollo más sostenible que pasa por cambiar el parque de vehículos, potenciar otro modelo  e introducir tasas a la circulación por las grandes ciudades

El tráfico rodado vuelve a ser el causante de que las principales ciudades españolas sigan superando los límites de contaminación impuestos por la UE, según los últimos informes hechos públicos en las últimas semanas.

El control de la circulación de vehículos por el casco urbano y el uso de la bicicleta y el transporte público son las alternativas que se potencian desde la mayoría de las administraciones locales europeas. Estas limitaciones  han permitido que París haya conseguido reducir en un 24% la intensidad del tráfico y duplicar el uso de la bicicleta en los desplazamientos o que Londres, con la instalación de dos grandes 'autopistas' que conectan los distritos periféricos con la City, incrementara en un 70% el aumento de los ciclistas en los últimos doce meses.

En España, el municipio de Leganés (Madrid) se ha convertido en una de las administraciones más proactivas en potenciar este medio como alternativa de ocio y transporte. Su alcalde, Rafael Gómez Montoya, se congratula de ser el primer municipio de la comunidad madrileña en poner en marcha el sistema de préstamo de bicicletas, “que es gratuito; la bicicleta no es sólo para momentos de ocio o deporte, es un medio de transporte limpio y sostenible muy útil para ciudades como la nuestra que no tiene demasiados desniveles”.  

La última medida aprobada por el consistorio madrileño ha sido incorporar a su red de préstamo gratuito unos tándem (bicicletas de dos plazas) para su uso por personas que sufran algún tipo de discapacidad física o psíquica. En la actualidad, más de 10.000 personas utilizan en este municipio el servicio de préstamo para desplazarse por los más de 40 km de vías habilitadas para este vehículo (que cuentan con  590 aparcabicicletas por toda la ciudad con un total de 1.180 plazas, instalados en 120 puntos).

Asimismo, Leganés, a través de su Oficina Municipal de la Bicicleta (departamento pionero en la Comunidad de Madrid) está desarrollando un programa destinado específicamente a escolares que potencie los desplazamientos en bici como modelo de transporte más sostenible.

Gómez Montoya asegura que el ayuntamiento aplica “criterios sostenibles en todas las áreas de gestión. Aunque la movilidad en el tráfico rodado ha mejorado mucho con las nuevas adecuaciones y con el nuevo sistema de control de pantallas de tráfico, las bicicletas son ya parte del paisaje urbano de la ciudad, y muchos vecinos y vecinas se han convencido de que no merece la pena coger el coche para gran parte de los trayectos urbanos”.

Asimismo, diferencia este modelo de otras grandes ciudades como Madrid “que ha pospuesto su proyecto de bicicletas e intenta regular la afluencia de tráfico con parquímetros. Esperanza Aguirre por su parte se ha empeñado en eliminar todas las rotondas porque asegura querer imitar el modelo estadounidense de tráfico, aunque este afán por imitar a Norteamérica me temo que va un poco más allá del tráfico”, afirma.     

A estas críticas se suman las asociaciones ecologistas de la capital de España que denuncian que el Ayuntamiento de Madrid ha paralizado el programa de construcción de carriles-bici. Estas organizaciones ponen como ejemplo que en la remodelación del eje Prado-Recoletos (arteria que atraviesa el centro de la ciudad) Alberto Ruiz Gallardón se haya gastado 15 millones de euros y no se ha presupuestado la construcción de un espacio para los ciclistas, a pesar de que estaba incluido inicialmente en el proyecto.

370.000 muertos por la mala calidad del aire

Uno de cada cinco europeos viven en ciudades. Y una proporción importante de esa población lo hace en municipios que superan los límites de calidad del aire fijados por la UE para la protección de la salud humana. La contaminación atmosférica provoca unas 370.000 muertes prematuras en Europa (16.000 de ellos en España), según datos de la propia Comisión Europea. Como consecuencia de la presencia en el aire de partículas tóxicas, el ciudadano europeo pierde de media ocho meses de esperanza de vida.

En Valencia hay 2.600 coches por kilómetro cuadrado, en Londres 1.370. Las soluciones más eficaces, según las recomendaciones comunitarias pasan por reducir los efectos del tráfico cambiando el parque automovilístico, mejorar y potenciar el transporte público u otros medios alternativos  y en la adopción de medidas fiscales, como las que se aprobaron en Londres o Paris (donde se pagan unas tasas por acceder al centro en coche).

El Tribunal de Justicia de la UE ha tramitado una denuncia contra España formulada por la Comisión Europea por no respetar los límites máximos de micropartículas, ni adoptar las medidas efectivas para reducir esos niveles de contaminación. El nivel de compromiso de las administraciones públicas nos alejan del 36%  o del 10% de los ciudadanos de Copenhage o Berlín, respectivamente, que utilizan la bicicleta para desplazarse por la ciudad.

 “Los técnicos calculan que el sistema ‘Enbici’ ha ahorrado el año pasado la emisión de 43 toneladas de CO2 a la atmósfera: definitivamente creo que estamos en el camino correcto para ofrecer a las generaciones venideras una ciudad más limpia, sostenible y respetuosa con el medio ambiente”, concluye Montoya.