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Clara Obligado regresa a lo breve

En 2002, la editorial Páginas de Espuma lanzaba la antología Por favor, sea breve. Con los años, este recopilatorio en cuya cubierta -en honor al célebre microrrelato de Monterroso-, aparecía un dinosaurio, se convirtió en la 'Biblia' del género. Un género que pretende contar mucho en muy poco y que en España vive uno de sus mejores momentos, según la argentina Clara Obligado. "Hemos apartado un poco la figura del dinosaurio, que se aleja para dar paso a una hormiga, símbolo de "la nueva generación de autores, laboriosos, tenaces, explica a ESTRELLA DIGITAL sobre Por favor, sea breve 2.

Capitaneados por la también argentina Ana María Shua -toda una maestra de lo breve-, en esta antología Obligado ha incluido a una serie de narradores que "ya son el presente del microrrelato, a los que acompañan nuevas voces, como la de Patricia Esteban Erlés o Susana Barragués. "El microrrelato es un género híbrido, de gran potencia, al que se puede comparar con la poesía, cuenta Obligado, para quien estos textos se pueden llevar en la mente todo un día debido "a la gran potencia que tienen".

Una forma de literatura "distinta"

La editora de esta antología defiende el valor de los microrrelatos como una forma de literatura "distinta y no por ello menos compleja". Prueba de lo que dice es que grandes autores del panorama actual, como Luis Mateo Díez, Juan José Millás, José María Merino o Fernando Iwasaki se dedican a él. Eso sin olvidar a los "grandes maestros" -Cortázar, Borges, etc-, que centraban el grueso de la primera antología y que han influido en todas las generaciones posteriores.

Este libro, que además vuelve a unir a los escritores de las dos orillas del Atlántico, está formado por textos de temática variada que, sin embargo, tienen lazos comunes: "un buen microrrelato, como un buen poema, debe tener buena iluminacion, porque sin iluminación no hay texto; debe contar una historia y cumplir la regla de Chéjov, esa que decía que 'el arte de escribir es el arte de borrar', explica la autora, afincada desde hace décadas en España.

Obligado utiliza un símil gastronómico para explicar la impresión que recibe el lector cuando lee uno de estos mini textos. "Es como un huevo cuando lo fríes: el corazón se queda y la clara se expande; la expansión se produce en la mente del lector, cuenta. Una de las cosas que más le gusta a la editora de esta antología "tan viva" es que aúna inéditos de autores clásicos, como José María Merino o Luis Mateo Díez, con textos de autores prácticamente desconocidos. "Es la creación última, tan reciente que hasta hay autores de mi propio taller, confiesa.

Las mujeres, dueñas de la brevedad

Obligado está entusiasmada con el nuevo papel de las narradoras, mujeres con un gran potencial que aparece en los relatos brevísimos de esta antología. Ana María Shua, Flavia Company, Care Santos o Inmaculada Porcel son ejemplos "muy vistosos": tienen "una temática nueva, una manera diferente de contar y una edad que a veces no supera los 30 años, resume la autora de Si un hombre vivo te hace llorar.

Ante un libro como este, la editora no puede evitar sentirse como frente a una caja de bombones: "hay que tener cuidado de no hartarse". Por eso, recomienda que los microrrelatos se lean "de poco en poco, para así poder disfrutarlos bien. Y es que esta antología tiene textos muy duros, como la época que vivimos, y otros emotivos, humorísticos e intimistas. Hay brevedad para todos los gustos.

Larga vida a la mini ficción

"Los autores de esta antología me han sorprendido por su bagaje literario; todos han leído a los 'clásicos' y por eso pueden permitirse comentar un Borges o un Arreola, explica, consciente de que es imposible escribir mini ficción en la actualidad sin referirse a esos escritores. "Ya no hay miedo a escribir después de ellos, ya no hay autores sagrados, como pasaba hasta hace poco, cuenta Obligado.

Clara Obligado augura "larga vida" a la mini ficción, porque es un género "que se adapta a nuestra época, al soporte de la red -pasa primero de internet a los libros gracias al fenómeno blog-. La crítica sigue sin acordar un único nombre para los microrrelatos, algo que a la escritora le parece muy bien, ya que representa que es un género en constante movimiento. Si hay una nueva entrega, advierte, se llamará "antología de ficción mínima".