Fuentes de la entidad de ahorro confirmaron que este proceso "complejo" sigue abierto y llevará su tiempo. La "marcha atrás" para cerrar el acuerdo se ha producido además dos días después de que el presidente de CAI, Antonio Aznar, remitiera a los empleados una carta en la que informaba del proceso y sus características.
Según el presidente, Caja Inmaculada no debería quedar al margen del proceso de reestructuración emprendido en el sector para reducir el número de entidades porque supondría que CAI pasara de ser una caja mediana a una caja pequeña.
Aznar aseguraba asimismo que la "alianza" permitiría mantener la personalidad jurídica de la caja, su domicilio social, la Obra Social y Cultural y la contabilidad propia, y tendría un impacto "reducido" en la plantilla.
En la reunión del miércoles el Consejo acordó además retirar todos los poderes a Tomás García Montes, cesado como director general el pasado día 14 aunque permanecerá en la entidad hasta el día 31.
El Comité Intercentros ha acogido con satisfacción esta decisión porque es la que había reclamado y con la que creen que se abre una fase en la negociación que esperan culmine en un proyecto en el que la entidad salga reforzada, mantenga su vocación de servicio y su compromiso de contribución al desarrollo económico, social y cultural de Aragón.
Asimismo aseguran que con el fin de posibilitar este proyecto, el Comité Intercentros seguirá colaborando con los Órganos de Gobierno.
Por su parte, el consejero de Economía, Alberto Larraz, dijo el miércoles que el SIP es una opción de crecimiento para CAI y el Gobierno de Aragón no intervendrá en la decisión que adopte el consejo de administración de la entidad de ahorro.
Según Larraz, para los trabajadores sería "mucho peor" una absorción de la CAI por una caja más grande o una fusión con una entidad aragonesa como Ibercaja, algo que el Gobierno de Aragón "no vería con buenos ojos" porque implicaría un expediente de regulación de empleo "importantísimo" al superponerse muchas oficinas.