Bajo cero y sin calefacción en los Balcanes

La interrupción del suministro se hizo total este miércoles y afecta al menos a 16 países, si bien muchos de ellos, como Austria, Alemania, Italia, la República Checa, Turquía o Rumanía, entre otros, están menos expuestos a la crisis porque disponen de recursos alternativos. Pero sólo en cuatro ciudades bosnias -Sarajevo, Zenica, Zvornik y Visoko-, más de cien mil hogares estaban hoy sin calefacción, pese a que prácticamente se han agotado en los comercios las estufas eléctricas y los combustibles alternativos como la leña y el carbón.

Además, numerosas escuelas, parvularios, panaderías e instituciones médicas tuvieron que cerrar o limitar su actividad ante temperaturas en torno a los 12 grados bajo cero.

Pasos alternativos

En Serbia, 120.000 habitantes en las ciudades de Novi Sad y Pancevo se despertaron sin calefacción porque las plantas que la generan no pueden recurrir a carburantes alternativos. Ante esta situación, Belgrado ha pedido a Rusia que le pase gas a través del gasoducto de Bielorrusia, después de peregrinar este miércoles a Hungría para comprar parte de sus reservas, pero el país vecino sólo le ha prometido volúmenes limitados porque está también en aprietos al no recibir las entregas habituales del gigante Gazprom.

En Bulgaria, que normalmente cubre todas sus necesidades energéticas con el gas ruso, millones de personas pasaron la noche con poca o sin calefacción, y ante la imposibilidad de ofrecer protección a los niños frente a temperaturas de entre 7 y 12 bajo cero, 84 escuelas se mantuvieron cerradas. En Bulgaria se han formado largas colas ante las tiendas para comprar un calefactor eléctrico con el que tratar de hacer frente al frío, una situación que se ha repetido en otros países de la región.

La industria también está sufriendo por el racionamiento y la limitación energética, incluyendo a 72 grandes empresas que han sido desconectadas de la red de suministros de gas por la carestía. En Eslovaquia se paró la actividad de las empresas de automoción Kia Motors y Peugeout Citroen, así como de otras importantes firmas del país, entre ellas el gigante metalúrgico U.S.Steel, en Kosice.

Importando calor

Los checos han compensado estos días el flujo cesante del gas ruso con importaciones de Noruega, con quien Praga cerró acuerdos de distribución en 1997, poniendo en marcha una política de diversificación que ahora resulta muy afortunada. "Se ha conseguido estabilizar la situación", informó Martin Chalupsky, portavoz de la distribuidora checa RWE Transgas.

Los rumanos estaban este jueves en relativa calma, puesto que importan sólo un 30 por ciento del gas que consumen y disponen de recursos propios para cubrir sus necesidades al menos 80 días. No obstante, las autoridades de Bucarest han declarado el "estado de emergencia", que les permite adoptar medidas urgentes como la orden de aumentar la producción nacional y racionar el consumo de las grandes industrias, algo que también ha hecho Croacia.