Al Fatah se renueva sin mujeres

Las mujeres no tienen cabida en el liderazgo del histórico movimiento palestino Al Fatah; así lo ha determinado el VI Congreso del partido que alumbró esta semana un Comité Central formado exclusivamente por hombres. "Hemos sufrido una doble guerra: la de la sociedad, y la del liderazgo palestino, orientado a la prevalencia de los hombres", declaró a Efe Nayat Abu Bakir, diputada y candidata sin éxito al Comité Central de Al Fatah, renovado por primera vez en dos décadas.

Los resultados oficiales anunciados la noche del miércoles dejan a Abu Bakir, al igual que a las otras cinco aspirantes al puesto, fuera del máximo órgano de decisión del partido, que estará lleno de caras nuevas pero todas ellas masculinas. "La sociedad palestina no aprecia a las mujeres en roles de dirección", explica la parlamentaria, para quien las limitaciones no son sólo sociales, sino también políticas. "No se quiere mujeres en puestos de liderazgo", dice.

El machismo, en suma, ha dejado a las mujeres sin representación en el movimiento que durante cuatro décadas dominó la vida política palestina y que en este congreso ha tratado de lavarse la cara para recuperar influencia y el terreno perdido en favor de los islamistas de Hamás que ganaron por mayoría absoluta las elecciones del 2006.

Esencial la aportación femenina

Una ardua tarea para la que no ha considerado esencial la aportación femenina, lo que, advierte Abu Bakir, hará daño al movimiento nacionalista, ya que "la ausencia de mujeres líderes en cualquier movimiento es una debilidad". Intisar Al Wasir, única mujer del Comité Central saliente y viuda de Abu Yihad, asesinado por Israel y uno de los fundadores de Al Fatah junto al fallecido Yaser Arafat, se siente traicionada por los hombres del partido.

"Hicimos una coalición con varios de los candidatos, que fueron votados gracias a nuestro apoyo, pero no nos correspondieron con sus votos", declaró a la prensa. En el otro órgano de decisión de Al-Fatah, el Consejo Revolucionario, no se espera que la situación vaya a ser mucho mejor para el mal llamado "sexo débil".

Aún queda por acabar el recuento de votos para ese órgano, suerte de parlamento interno por cuyos ochenta puestos compiten 617 afiliados, de los que tan sólo cincuenta, poco más de un ocho por ciento, son mujeres. A la vista de los resultados de la elección del Comité y teniendo en cuenta que tan sólo 241 de los 2.241 delegados con derecho a voto son mujeres, las esperanzas de que estén ampliamente representadas en el Consejo Revolucionario son escasas.

Demanda rechazada

Antes de que se celebrasen las elecciones, el Comité de Mujeres de Al Fatah pidió que se garantizase un 30 por ciento de presencia femenina en los órganos de gobierno del movimiento, una demanda que fue rechazada de plano.

Algunas de las candidatas han sugerido la existencia de irregularidades en el recuento para el Comité Central cuyos resultados preliminares se anunciaron el lunes y no fueron confirmados hasta anoche, tras un segundo escrutinio que mostró deficiencias en la suma inicial de votos y determinó la ampliación de la instancia a 19 miembros debido al empate de dos candidatos.

"Me han dicho que ha habido muchas interferencias en el proceso de recuento", explica Abu Bakir, que añade: "yo consideré que debía regresar a mi trabajo en Yenín y no me quedé (en Belén, sede del Congreso), pero quizás debería haberlo hecho porque los que se quedaron salieron ganando con sus interferencias". Estas diputadas no son las únicas decepcionadas con el proceso de renovación de la cúpula política.

La también legisladora Rabiha Diab "pidió a la Comisión Electoral que se recontasen sus votos tal como se ha hecho con los de Tayib Abed Rahim", cuyo nombre no aparecía entre los elegidos para el Comité en los resultados preliminares y sí después del recuento, asegura Abu Bakir.

Más allá de la política, para ella el problema reside en que los palestinos "todavía ven a las mujeres como algo complementario, no como un componente esencial. La sociedad tiene aún un largo camino que recorrer para llegar a la igualdad".