Abril deja 82 muertos en carreteras: la mayoría, en vías convencionales
El mes de abril ha cerrado con 82 fallecidos en las carreteras españolas, tres menos que en el mismo periodo del año pasado. Sin embargo, detrás de esta leve mejoría global, los datos revelan un cambio preocupante: aumentan las muertes entre peatones, ciclistas y motoristas, especialmente en carreteras convencionales
Durante el mes de abril de 2025, las carreteras españolas registraron un total de 82 fallecidos en 80 siniestros mortales, lo que supone tres víctimas menos que en el mismo mes de 2024. Esta reducción se produce en un contexto marcado por un notable aumento de la movilidad, que creció un 9,4%, alcanzando los 39,8 millones de desplazamientos de largo recorrido.
Sin embargo, el dato positivo se ve empañado por un preocupante incremento en las cifras de fallecidos entre los usuarios vulnerables, es decir, peatones, ciclistas y motoristas. Este grupo representó más de la mitad de las víctimas mortales del mes, con 42 personas fallecidas, 15 más que en abril del año anterior.
Usuarios vulnerables, el colectivo más afectado
La siniestralidad vial de abril revela que el repunte de la mortalidad se ha centrado especialmente en los usuarios más expuestos. Los motoristas encabezan esta estadística, con 31 fallecidos, lo que supone un aumento de 8 víctimas respecto al mismo mes de 2024. Les siguen los peatones (7 víctimas, +5) y los ciclistas (4 víctimas, +2).
En conjunto, suman 42 fallecidos frente a los 27 del mismo periodo del año anterior. 8 de cada 10 de estas muertes se produjeron en carreteras convencionales, lo que refuerza el riesgo añadido que presentan estas vías para quienes no viajan en vehículos protegidos.
Descenso entre turismos y furgonetas
Por otro lado, el número de fallecidos en turismos se redujo de forma notable, pasando de 44 víctimas en abril de 2024 a 32 este año. También destaca el descenso en furgonetas (de 9 a 1 fallecido) y en camiones de más de 3.500 kg (de 5 a 2 víctimas). Estos datos reflejan una mejora en la siniestralidad de vehículos de mayor tamaño, posiblemente vinculada al uso más generalizado de sistemas de seguridad y la concienciación de los conductores.
El cinturón de seguridad, aún un reto pendiente
En cuanto al tipo de accidente, disminuyeron ligeramente las muertes por colisiones frontales, traseras y múltiples, con un total de 26 fallecidos, tres menos que en abril de 2024. También se redujeron las víctimas por salidas de vía, con 34 muertes, una menos que el año anterior.
Un dato preocupante es que 13 de los fallecidos no llevaban puesto el cinturón de seguridad en el momento del siniestro, lo que representa una parte significativa de las muertes evitables. De estos, 11 viajaban en turismos, y el resto en furgoneta y camión respectivamente.
Reparto territorial
Catalunya, la comunidad con mayor incremento
Por comunidades autónomas, Andalucía fue la que registró más fallecidos en abril, con 17 víctimas, aunque supone un descenso respecto a las 20 del año anterior. En contraste, Catalunya fue la región con el mayor aumento, con 13 fallecidos, 6 más que en abril de 2024. También destacan los aumentos en Baleares y Canarias, con 5 víctimas más cada una, mientras que regiones como Madrid (-5), Galicia (-7) o Castilla-La Mancha (-3) mostraron una mejora destacable.
Siniestralidad durante el puente del 1 de mayo
18 personas fallecieron en solo cinco días
Durante el puente del Día del Trabajo, comprendido entre el 30 de abril y el 4 de mayo, se contabilizaron 18 fallecidos en 15 siniestros mortales. La mayoría (16 víctimas) perdieron la vida en carreteras convencionales, frente a solo 2 en vías de alta capacidad.
Entre los fallecidos se encuentran 7 usuarios vulnerables (2 peatones, 2 ciclistas y 3 motoristas) y 10 personas que viajaban en turismo. Los siniestros se distribuyeron por diversas provincias como Albacete, Baleares, Cáceres, Girona, Madrid, Málaga, Asturias, Teruel y Bizkaia.
En lo que va de año, 351 personas han fallecido en accidentes de tráfico en España, cinco más que en el mismo periodo del año pasado, lo que confirma que la lucha contra la siniestralidad vial sigue siendo un desafío.