Rajoy avisa a Barroso: "No hay prevista una reforma del IVA en el corto plazo"
El presidente español, Mariano Rajoy, y el jefe del Ejecutivo Comunitario, José Manuel Durao Barroso, presumen de "buena sintonía". Este miércoles, ambos líderes se han reunido en Bruselas para analizar el Programa Nacional de Reformas y el nuevo cuadro macroeconómico elaborado por el Gobierno español y han llegado a la conclusión de que las "coincidencias" entre ambos ejecutivos son mayores a las diferencias. No obstante, ha sido precisamente en las diferencias en las que se ha centrado la rueda de prensa posterior al encuentro en la capital europea: en los impuestos y en las pensiones.
Sobre el primero de los asuntos más polémicos, el Impuesto sobre el Valor Añadido, Mariano Rajoy ha aseverado que "no hay prevista una reforma del IVA en el corto plazo". Y siguiendo el discurso que defendió este martes en el Senado, ha asegurado que el Ejecutivo español está "explorando" todas las opciones puestas encima de la mesa por la Comisión Europea, como las referidas al IVA, pero que ello no significa que haya tomado ninguna decisión aún al respecto. Tal y como ha recordado Rajoy, Bruselas sostiene que hay margen para subir el IVA reducido -en septiembre se pasó del 18 al 21% el tipo general y del 8 al 10% el tipo reducido-, pero que su única reacción hasta el momento ha sido la "exploración". En este sentido, ha vuelto a insistir en que su Gobierno no es partidario de subir impuestos y que si lo ha hecho ha sido por cumplir con su principal objetivo: alcanzar la estabilidad presupuestaria. Es más, Rajoy ha rematado que espera "no tener que volver a tocarlos", y en caso de que así fuera, sólo sería para bajarlos. En esta ocasión no lo ha mencionado, pero tal y como aseguró este martes ante los senadores de su grupo parlamentario, su intención es encarar las próximas elecciones europeas con la posibilidad de poder anunciar ya en 2014 la rebaja sobre el IRPF, medida que por el momento había pospuesto a 2015.
De esta manera, Rajoy ha intentado dar carpetazo a todas las especulaciones que en las últimas semanas han surgido en torno a una hipotética y futura nueva subida del IVA en España. El Gobierno español sigue en el empeño de que en el corto plazo de tiempo no será. El Ejecutivo Comunitario le pide celeridad en la puesta en marcha de las últimas recomendaciones, y Rajoy intenta ganar tiempo diciendo a Barroso que todo se está "explorando". Por el momento, el Ejecutivo español ha amansado a la fiera prometiendo una reforma del sistema tributario para 2014, tal y como reclama Bruselas. Los esfuerzos del Ejecutivo -tal y como ha explicado Rajoy- van orientados a fomentar el ahorro, la inversión empresarial, la creación de empleo, la I+D, la financiación de las pymes y alternativas al mercado bancario. No obstante, y para tranquilidad de Europa, Rajoy no ha descartado la posibilidad de hacer "algunos cambios" que impliquen bajar algunos impuestos y "tocar otros". Pero sin hacer mayor concreción.
Sobre las pensiones, Rajoy también se ha intentado mostrar condescendiente, aunque sin muchas implicaciones. El Gobierno español es consciente del reconocimiento que destilan sus "esfuerzos" e insiste en imponer su calendario y marcar sus propios plazos. Sin dar fechas concretas, Rajoy ha dicho que coincide en la celeridad por la puesta en marcha de las reformas y que ve "probable" que el factor de sostenibilidad de las pensiones, incluido en el Plan Nacional de Reformas, pueda estar terminado ya en 2013 para desplegar sus efectos "cuanto antes". Pero nada es seguro. El presidente espera contar "en unos días" con el informe final de la Comisión de expertos encargada de diseñar el factor de sostenibilidad de la pensiones, y a continuación acudir al Pacto de Toledo. "Ahí es donde tomaremos decisiones y veremos qué se tiene que hacer para mantener el sistema", ha rematado Rajoy, que ha insistido en que éste es "un tema capital para España" y "la prioridad absoluta".
Rajoy "convence" a la Comisión Europea
Intenciones que en ningún momento, por lo menos en público, han sido matizadas por el líder del Ejecutivo Comunitario. Barroso se ha negado a hablar de las recomendaciones, señalando que la Comisión ya explicó lo suficiente la semana pasada, y ha preferido emplear su intervención en poner en valor los logros alcanzados hasta el momento por España y en dejar constancia de que la reunión con el Gobierno español ha servido para "convencer" a Bruselas de que el camino emprendido es el adecuado. "He transmitido al presidente Rajoy y a sus ministros el reconocimiento de la Comisión por los importantes pasos dados por el Gobierno español y los esfuerzos realizados para llegar a una recuperación sostenible de la economía y a una reducción del inaceptable nivel de desempleo", ha aseverado Barroso.
Ahora bien, Barroso también ha querido apremiar en la necesidad de que nadie se duerma en sus funciones. "Es muy importante que España continúe avanzando de manera decidida con las reformas", ha subrayado el presidente de la Comisión, aunque ha asegurado ser "plenamente consciente de las graves consecuencias de la crisis en la sociedad española, las grandes dificultades a las que se enfrentan cada día las familias y las empresas españolas, y muy especialmente de la difícil situación de los jóvenes en busca de un empleo". Empatía que el presidente español ha utilizado para plantear sus exigencias.
Primero a nivel general sobre la Unión Europea, a la que ha encomendado a cumplir con lo acordado en el pasado Consejo de junio: más unión fiscal, bancaria, monetaria y política, base de la prosperidad de la Unión en el futuro. Y en segundo lugar, ha instado a Barroso a que intente que en el próximo Consejo, previsto para el 27 y 28 de junio, los Veintisiete logren consensuar un discurso que permita a los ciudadanos europeos creerse que "nos ocupamos de sus problemas". En este sentido, Rajoy le ha marcado dos líneas claves: las PYMES y el desempleo juvenil. Dos problemas no sólo de España -se ha apresurado a aclarar el presidente español- sino de la Unión Europea en general.