España gastará un 41% de sus ingresos tributarios en pensiones en 2050
El pasado 24 de junio la Comisión Europea presentó su informe anual sobre tributación, en el que compara los sistemas fiscales de los Estados miembros, su evolución y los retos que tendrán que afrontar en el futuro.
La edición de este año muestra especial preocupación por la sostenibilidad del sistema de pensiones en España, que para 2050 podría absorber el 41 % de los ingresos fiscales.
Uno de los gastos en pensiones más altos de la UE
En su informe de Previsiones de Primavera, la Comisión Europea ya advertía de que, para el período de 2044 a 2066, España sería el país de la Unión Europea con el gasto más elevado en pensiones. Dato que confirma ahora el informe anual de tributación.
Según este último, España tendrá que destinar algo más del 40 % de todos sus ingresos tributarios y cotizaciones al sistema de pensiones, una cifra muy por encima de la media europea.
El gasto en pensiones no deja de crecer y lo hará todavía más en los próximos años a medida que se vaya jubilando la generación de baby boom. Influye también la baja tasa de natalidad, que provoca que cada vez haya menos personas en edad de trabajar que puedan sostener el sistema con sus cotizaciones.
A Bruselas le preocupa especialmente que una cuarta parte del gasto en pensiones ya se está financiando a través de impuestos generales o deuda pública, porque esto demuestra que el sistema no es sostenible por sí solo.
Tener que dedicar más dinero al pago de la pensiones implica, a la vez, reducir las partidas destinadas a otras áreas importantes como la sanidad, los cuidados de larga duración (cada vez más necesarios a medida que la población envejece), la educación, defensa o vivienda.
El Ejecutivo europeo advierte de que la situación puede ser más grave en los países que son propensos a un alto déficit público, grupo en el que también se encuentra España.
En este contexto, la Comisión Europea insiste en que España debe elevar su presión fiscal y encontrar nuevas formas de financiación más estables para pagar las pensiones de jubilación.
Otras medidas que también propone incluyen:
- Incentivar una vida laboral más larga, para hacer que los trabajadores se jubilen más tarde.
- Favorecer la participación en el mercado laboral de mujeres y mayores de 55 años, que son dos colectivos infrautilizados.
- Impulsar políticas migratorias activas para incorporar más trabajadores al sistema contributivo.
- Lograr un consenso político que dé estabilidad al modelo y evite reformas cortoplacistas o reversibles.
Las reformas son insuficientes
La Comisión Europea lleva un tiempo advirtiendo a España de que las medidas adoptadas para reforzar el sistema de pensiones no son suficientes.
La revalorización automática de las pensiones con el IPC, la entrada en vigor del Mecanismo de Equidad Intergeneracional y nuevas fórmulas como la jubilación demorada o parcial para alargar la vida laboral han tenido efectos positivos, pero insuficientes para hacer frente al desequilibrio estructural que está por llegar.
A Bruselas le preocupa la falta de consenso político en torno a este tema. Mientras que otros países ya cuentan con pactos a largo plazo, en España las pensiones todavía están sujetas a intereses partidistas y frecuentes cambios legislativos.
El último informe europeo insta a actuar lo antes posible, porque cuanto más se retrase la toma de decisiones estructurales más duras y costosas serán las soluciones que habrá que adoptar en el futuro.
Otros países están en una situación semejante
La Comisión Europea destaca que la viabilidad del sistema público de pensiones no es un problema que afecte únicamente a España, aunque sí está entre los más afectados.
Se prevé que España, Portugal y Rumanía alcancen su punto máximo de gasto en pensiones alrededor de 2050. Para España el mayor esfuerzo se producirá entre 2046 y 2051, y ocupará el puesto de país europeo con mayor gasto en pensiones entre 2044 y 2066, superando a Italia. A partir de 2066 ese puesto será ocupado por Luxemburgo.