Barça 3-3 Inter de Milán: San Siro dictará sentencia
El Barcelona se jugará el pase a la final de la Champions en San Siro dentro de una semana, tras el 3-3 de un auténtico partidazo en la ida. Los italianos llegaron a ponerse 0-2 en la primera media hora, pero Lamine Yamal, con un nivel escandaloso, se echó el equipo a la espalda y dejó todo abierto.
Y eso que el primer susto para los culés llegó incluso antes del inicio del partido, cuando Lamine se retiró antes de tiempo del calentamiento tocándose la pierna. Por suerte, todo quedó en un susto, y los once jugadores que disputaron la final de Copa hace cuatro días fueron los elegidos para saltar al terreno de juego.
A los treinta segundos llegó, ahora sí, una mala noticia para el Barça: Thuram, con un detalle de calidad, adelantó al Inter de tacón, para sorpresa de muchos.
El equipo blaugrana afrontó con tranquilidad el gol, intentando desarticular con paciencia la maraña defensiva del equipo italiano, muy bien plantado y esperando una contra.
En una de esas transiciones, forzaron un córner que acabó en el 0-2: Dumfries remató de chilena un cabezazo de Acerbi, poniendo en un gran problema al Barcelona en el minuto 21.
Pero a partir de ahí, Lamine Yamal, en su partido número 100 con la camiseta culé, decidió que la eliminatoria no se le escapaba a su equipo tan pronto y empezó a hacer magia.
Primero recortó distancias a los tres minutos, con un disparo imposible para Sommer. Y apenas dos minutos después, tras dejar sentado a Dimarco, estrelló un balón en el larguero.
Ya en el minuto 38, Ferran empató el partido aprovechando una asistencia de Raphinha, aunque el Barça sufrió otro contratiempo antes del descanso con la lesión de Koundé, el héroe de la final de Copa, que tuvo que ser sustituido.
Tras el paso por vestuarios, el Barcelona siguió dominando y Sommer salvando al Inter con varias paradas, hasta que Dumfries volvió a poner por delante a los de Inzaghi, otra vez tras un córner mal defendido, con menos de media hora por jugarse.
Pero esta vez la alegría les duró aún menos: prácticamente al minuto, en una jugada ensayada, Raphinha disparó al larguero, y el rebote dio en la espalda del portero suizo, colándose en su propia portería para poner el 3-3.
Los de Flick buscaron la victoria en los minutos finales, mientras que el Inter se conformaba con este valioso resultado para la vuelta, defendiendo con todo. La tuvo Lamine en el último minuto, con un disparo imposible que se sacó de la manga, pero el balón volvió a estrellarse en la madera.
Ahora el Barcelona tendrá que salir a ganar en San Siro si quiere volver a disputar una final de Champions, diez años después.