'Los diarios del ron'

Esta película está basada en la novela de Hunter S. Thompson. Nos cuenta la historia del periodista itinerante Paul Kemp. Kemp viajará a Puerto Rico para alejarse de la vida en Nueva York, allí comenzará a escribir en el San Juan Star un pequeño periódico local. Sus vivencias y la gente que le rodean le harán cambiar su estilo de vida e incluso su forma de trabajar.

Crítica de Glady de la Cruz

Basada en la novela de Hunter Thompson, Johnny Depp interpreta a Kemp, un periodista que llega a Puerto Rico en los años sesenta. Como casi cualquier profesional, desde un principio intenta conseguir historias interesantes y con gancho, pero lo que consigue es hacerse un hueco en el diario escribiendo el horóscopo. En su estancia, va conociendo a ciertos personajes, algunos extraños, otros estrambóticos, y sin comerlo ni beberlo, se ve metido en una trama mobiliaria con gente importante.

Cualquier película en la que salga Johnny Depp ya se anuncia a bombo y platillo, y normalmente se traduce en taquillazo, pero no se puede asegurar que ocurra también con 'Los diarios del ron'. Y es que a pesar de la interpretación de grandes actores, como Depp o Aaron Eckhart, todo queda desdibujado gracias a un desarrollo lento y pérdida de fuelle en cuestión de minutos.

En el primer cuarto de hora todo parece ir bien: un puñado de actores buenos, personajes bien definidos, un lugar y una época interesante, el argumento del buen periodismo, y LA chica (interpretada por Amber Heard, que aquí se da un aire a Scarlett Johansson). Aseguraba 110 minutos bien aprovechados, y con algo de humor. Pero tras la primera impresión, muy buena, el argumento se va torciendo y difuminando hasta convertirse en algo sin sabor.

El largometraje pretende ser un homenaje a Thompson, que era un buen amigo de Johnny Depp. De hecho, fue el actor quien encontró en los años 90 el manuscrito en casa de Thompson, y acuerdan en publicarlo, y adaptarlo al cine. Si sabes todo esto, o has leído algo del periodista, te esperarás algo más de inconformidad, algo casi alocado... algo propio del padre del "periodismo gonzo". Lo que te encuentras es una versión muy superficial de un fantástico libro, en casi dos horas de metraje que no sabrías ni encajar en ningún género: no hay acción, no hay drama, no hay casi humor, no hay casi de nada.

En ocasiones, una buena interpretación no lo es todo. Y esto es una prueba de ello.

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Redacción