El 50% de las TV autonómicas pueden seguir los pasos de Canal 9
Ahora es cuando algunos envidian a Navarra, Castilla y León, Cantabria y La Rioja, las cuatro únicas comunidades que no han desarrollado su propia televisión. El cierre de RTVV (Canal 9) no sólo ha provocado las iras de los valencianos, sobre todo de aquellos que se van a ver en la calle por esta decisión, sino que también ha puesto en alerta al resto, principalmente a las pequeñas o más "jóvenes" autonómicas que ven cómo su futuro muy incierto. La mitad de las 12 restantes pueden tener sus días contados.
Las cadenas autonómicas, que nacieron en 1983 bajo el amparo de la Ley del Tercer Canal, han visto cómo su desarrollo ha sido muy diverso, ya sea explotando varios canales o uno solo o emitiendom casi todos sus contenidos en las lenguas oficiales de la zona en vez de en el castellano del resto. Eso sí, el modelo de financiación basado en un sistema mixto, que aúnaba inversión pública con ingresos publicitarios privados, ha ido degenerando con el tiempo en un soporte económico basado sobre todo en lo que aportaba el gobierno de turno.
Y es que, por ejemplo, durante el primer trimestre del año el conjunto de todas estas cadenas apenas recaudó 27 millones de euros por publicidad, un 60% menos que en 2007, y que el año pasado tan sólo se hicieron con el 7% de la tarta publicitaria (126,8 millones de euros), pese a contar con 28 canales regionales, el triple que en Alemania.
Por el contrario, todas ellas le costaron a los españoles un total de 875 millones de euros. La más subvencionada fue la TV3 catalana, que recibió de las arcas públicas 225 millones de euros, mientras que las que les salieron más baratas fueron Asturias TV (20 millones), Extremadura TV (25), la mallorquina IB2 (31), y TV Canarias (33). En total, a cada ciudadano le supondrán en este 2013 un desembolso de 30,6 euros, mientras que a cada hogar le saldrá por unos 83,73 euros.
Pequeños canales, grandes problemas
Aunque canales más grandes pueden tener los días contados, y otros como TV Castilla-La Mancha podrían acabar privatizadas (Dolores de Cospedal es más proclive a esta medida), lo que pocos entienden es el por qué comunidades pequeñas pueden contar con uno o incluso dos canales autonómicos.
Ese es el caso, por ejemplo, del Ente Público de Comunicación del Principado de Asturias (RTPA), que emite a través del canal de televisión TPA y en digital también ofrece el TPA2, y que cuenta además con una emisora de radio (RPA). El propio Principado es el que tenía que aportar este año 20 de los 23 millones de su presupuesto.
Por ese motivo, lo que tienen claro los trabajadores (la plantilla está integrada tan sólo por unas 100 personas) es que nadie va a conseguir impedir que tengan que sufrir un ERE el año que viene. De momento ya han visto reducidos sus salarios un 10%.
En parecida situación podría estar ya Aragón TV, uno de los canales más jóvenes del mapa autonómico, si no fuera porque tienen firmado con el Gobierno regional un contrato que les garantiza su supervivencia hasta 2016. Gracias a ello mantiene los 147 trabajadores que comenzaron esta aventura en 2007 y cuentan con un presupuesto para este año que casi dobla el de los asturianos (43 millones de euros).
La Corporación Aragonesa de Radio y Televisión (CARTV) no sólo cuenta con el canal Aragón TV, sino también con Aragón Radio. La primera puede presumir de ser quien lidere las audiencias de las autonómicas, por lo que al Gobierno aragonés quizá le duela menos aportar 42,4 de los 47,1 millones de su presupuesto para este ejercicio.
Menos presupuestos, más deuda
Quien no lo tiene tan claro como el anterior es la IB3, el Ens Public de Radiotelevisió de les Illes Balears, que cuenta con 105 trabajadores y una cuota de pantalla actual del 6,2%. Desde la llegada del PP al poder, su presupuesto se ha ido reduciendo cada año, hasta el punto de que en los dos últimos años se ha quedado en la mitad (de los 61,2 millones de 2012 pasó este año a los 30,5 millones). Su deuda, de más de 150 millones de euros, puede acabar definitivamente con el sueño televisivo de esta comunidad, ya que el gobierno balear no es muy proclive a seguir financiando una aventura que no parece pueda tener un final feliz (casi paga la totalidad de lo que cuesta).
En idéntica situación está la Radiotelevisión Canaria (RTVC), que posee el canal Televisión Canaria y la emisora Canarias Radio La Autonómica. En 2012 ya tuvo que cerrar su segundo canal de TV por recortes presupuestarios y este año se ha quedado con 38,6 millones de euros, de los que el gobierno canario abona 33,3 millones.
Ese dinero es superior al que recibirá este año la Corporación Extremeña de Medios Audiovisuales (CEXMA), que cuenta con Canal Extremadura TV y Canal Extremadura Radio. La Junta aporta 24,8 de los 25,3 millones que cuesta este ente público, y todo apunta a que, como mínimo, en 2014 podrían seguir aumentando los recortes, y no sólo en las cuentas del mismo sino también en las de las nóminas de sus trabajadores.
Será difícil que se siga reduciendo sin embargo el presupuesto de la Radiotelevisión de la Región de Murcia (RTRM), ya que para 2013 apenas dispone de 7,8 millones de euros para gestionar tanto el canal de televisión 7 Región de Murcia como la emisora de radio Onda Regional de Murcia. Eso sí, para el gobierno autonómico hay que buscar soluciones de inmediato para que de esa cifra ellos no tengan que poner 7,5 millones.
Cualquiera de los abogados de este país podrían echar un cable a quienes quieren desprenderse de sus canales autonómicos. Les bastaría con afirmar que ninguno cumple una de las máximas de la Ley que dio luz verde a los mismos en 1983, que debían cumplir con los requisitos de "objetividad, veracidad e imparcialidad de las noticias; separar información y opinión y respetar el pluralismo político". Quien esté libre de pecado...