El Museo Picasso de Málaga aumenta su colección con 72 obras nuevas y recibe 43 en préstamo
Las 72 piezas compradas al nieto de Picasso, entre ellas cuatro libros ilustrados, tienen un valor de casi 3,7 millones de euros, aunque Bernard, "haciendo gala de su generosidad, ha aplicado "una reducción excepcional de 944.000 euros, más del 25 por ciento, hasta los 2,75 millones, ha explicado en rueda de prensa la consejera andaluza de Cultura, Rosa Torres.
A ello se suma la cesión temporal por 15 años de otras 43 obras "imposibles de adquirir en el mercado por su valor, según Torres, ya que ésta era "la única fórmula por la que estas obras podían estar a disposición del público en el Museo Picasso". Este préstamo por 15 años, hasta 2023, coincide con el periodo en el que el Consejo de Gobierno andaluz ha autorizado a la Consejería de Cultura para financiar el Museo.
Bernard Ruiz-Picasso se ha mostrado "muy feliz" por el hecho de que "se haya podido realizar esta compra de obras" y ha asegurado que, con la fusión de las dos fundaciones, el Museo Picasso "tiene capacidad para seguir trabajando". El nieto del artista ha transmitido asimismo la satisfacción de su madre, Christine, quien considera "que la fusión de las fundaciones no es el fin, sino el inicio de una etapa, ha asegurado Bernard.
Para la historia del cubismo
El director del Museo Picasso, José Lebrero, ha señalado que las nuevas obras "permiten ser más ágiles al responder a peticiones de préstamos" y por tanto facilitan una mayor "capacidad de dialogar con otros museos, además de posibilitar un mejor conocimiento de la carrera del artista malagueño. Ha citado piezas como Calle con coches (1897), Mujer joven en un café (1899) o Mujeres lavándose (1902-1903), que son "dibujos de juventud que dan cuenta del peso que en toda la trayectoria de Picasso tiene el sentimiento de origen" y que además ofrecen "un gesto empático con preocupaciones hacia los demás o una emoción de furia y violencia hacia la mujer".
Mientras, Estudio de rostro (Cabeza de mujer) (1909-1910), Pareja con botella (1914), Mujer sentada en un sillón (1915) o Mujer con guitarra sentada en un sillón (1915) ayudan "a investigar mejor qué significó el cubismo para la historia de la imagen occidental y la trascendencia histórica de esta idea de doble imagen inherente a los cuadros cubistas, según Lebrero. Por último, obras como Pintor y modelo acodada, Pintor y modelo con collar o Mujer desnuda en un sillón, todas de octubre de 1966, muestran el estudio del artista y permiten "entender un punto de vista en la relación entre pintor y modelo y la vinculación del acto creativo con el acto sexual".