No obstante, Gamón se desvinculó de las informaciones que apuntaban a un presunto robo de un ordenador en el despacho del colaborador del consejero Juan Carlos Fernández. Posteriormente, la Fiscalía sobreseyó el caso.
La comisión de investigación por la presunta trama de espionaje abre hoy su segunda semana con comparecencias, después de que ya hayan pasado por el órgano parlamentario tres ex consejeros de la Comunidad con competencias en seguridad, como son el socialista del Ejecutivo de Joaquín Leguina, Virgilio Cano, que inauguró las sesiones; Carlos Mayor Oreja, consejero de Medio Ambiente con el Gobierno de Alberto Ruiz-Gallardón, y su sucesor en el cargo, el ahora delegado de Seguridad y Movilidad, Pedro Calvo. En esa misma jornada, compareció el técnico de seguridad del mismo Gobierno popular Juan Carlos Durán.
Durante el primer día, los populares quisieron demostrar que ya existía un equipo de seguridad dependiente de la Comunidad en época de Joaquín Leguina, que fue reforzado durante el Gobierno del actual alcalde de la capital. No obstante, los comparecientes negaron que se hubieran realizado labores de contravigilancia en esa época y el edil de Seguridad llegó a tachar de «ridículo» que se le hubiera citado a comparecer, hecho que apoyó el jueves el propio alcalde.
La jornada del viernes acogió las comparecencias del asesor de seguridad y presunto jefe de los espías, según ‘El País’, Marcos Peña, y del ‘número dos’ de Enrique Barón, Miguel Castaño, que aseveraron que no han conocido, ni amparado labores de espionaje. En concreto, Peña insistió en que él no trabajaba para el Ejecutivo de Aguirre cuando se llevaron a cabo los supuestos espionajes.
El viernes también se produjo la reunión de los miembros de la Mesa de la comisión y de los portavoces de la misma que fijaron, gracias a la mayoría del PP, tan solo una de las próximas comparecencias, la del consejero de Presidencia, Justicia e Interior, Francisco Granados, que comparecerá el miércoles. Esta decisión provocó la indignación de la oposición porque consideró que el PP quiere «dar carpetazo» a la comisión el mismo miércoles con la comparecencia de Granados.
Por su parte, el PP no desveló si es así o no, sino que se limitó a decir que la comisión durará hasta que se sepa la verdad. De momento, el PP sostiene que tras las seis primeras comparecencias se puede inferir que no ha habido espionaje, porque no se ha podido demostrar.